Como su nombre lo dice esta dieta es libre de productos provenientes de animales, por ende, es sumamente rico en aceites y proteínas de origen vegetal.
El plato de comida diaria se debe llenar con una ración de cada grupo alimenticio como son los cereales (grupo 1), verduras (grupo 2), frutas (grupo 3), alimentos ricos en calcio (grupo 4), legumbres (grupo 5) y aceites o productos enriquecidos con vitamina B12 (grupo 6).
¿Es posible que un niño crezca siendo vegetariano?
Es totalmente posible siempre y cuando la alimentación sea monitoreada por un nutriólogo o nutricionista, es de suma importancia la ingesta de suplementos vitamínicos en estos jovencitos.
Pues cuando se elimina por completo la ingesta de carnes o productos provenientes de animales, se disminuyen considerablemente los niveles de hierro, zinc y proteínas, lo cual podría causar enfermedades crónicas como por ejemplo la anemia.
Previsiones Nutricionales
Es recomendable que en los primeros doce años de vida del niño no se le eliminen los lácteos y los huevos del menú, pues estos son fuente de diversas proteínas y compuestos que lo ayudarán a crecer de forma sana.
Si el niño es neonato o tiene menos de dos años de edad es indispensable el consumo de suplementos como la vitamina B12 tanto por la madre como por el niño.
Los lácteos fácilmente se pueden reemplazar por leche de soya o por diversas frutas y verduras siempre y cuando un especialista esté al tanto para indicar las proporciones correctas en las que estos deben ser consumidos.
Un individuo puede cambiar de parecer en su alimentación a cualquier momento
Al alcanzar la adolescencia es importante la toma de decisiones del individuo, ya que muchas veces las razones para ingerir dietas veganas pueden oscilar entre alimentaciones impuestas o remordimiento en cuanto al maltrato animal.
Muchas veces estas dietas se recomiendan a niños con condiciones digestivas que no le permitan procesar apropiadamente los componentes de la carne y derivados de animales, es por esto que la alimentación vegana debe ser bajo supervisión nutricional.
Como ejemplo puede armarse un plato para un adulto con los siguientes alimentos: Un plato de cereales de desayuno mezclado con un plátano troceado y acompañado de un vaso de jugo de zanahoria. Se puede endulzar un poco más el plato con una cucharadita de melaza o reemplazar el zumo de zanahoria por uno de naranja.
Todo se acomoda al organismo y hábitos del consumidor. Sin embargo, a pesar de la simplicidad del plato deben estar presentes todos los grupos alimenticios.